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Lazos China-Rusia más estrechos, vitales para construir mundo multipolar
Mientras el presidente de China Xi Jinping realiza una visita de Estado a Rusia, algunos políticos y medios de comunicación occidentales están exagerando las afirmaciones de que China está del lado de Rusia en relación con la crisis de Ucrania.
Pero es innecesario para Occidente mostrarse escéptico con respecto a las relaciones China-Rusia. China ha dejado muy clara su postura de que las relaciones China-Rusia no son el tipo de alianza militar y política de la Guerra Fría, sino que trascienden este modelo de relaciones entre Estados y tienen una naturaleza de no alianza, no confrontación y no ataque a terceros países, se indicó en la más reciente declaración conjunta emitida por ambos países sobre la profundización de su asociación de coordinación estratégica integral en la nueva era.
China también reiteró su postura sobre el tema de Ucrania. Con una posición objetiva e imparcial basada en una cuidadosa consideración de los hechos, China está lista para seguir desempe?ando un papel constructivo en la promoción de una solución política para la crisis de Ucrania y promoverá activamente las conversaciones de paz como la única solución viable para la crisis de Ucrania. La reciente reconciliación Irán-Arabia Saudí es el testimonio más firme de los esfuerzos diplomáticos de China en favor de la paz.
De hecho, caracterizada por la confianza mutua, la coexistencia pacífica y la cooperación de beneficio mutuo, la relación entre China y Rusia constituye un buen ejemplo del nuevo modelo de relaciones entre países importantes.
Como vecinos e importantes actores globales, China y Rusia tienen muchas razones para mantener un desarrollo constante y sano de sus lazos. Sus interacciones pasadas han inspirado a las dos partes a defender la igualdad y el respeto mutuo en su relación sin interferir en los asuntos internos del otro y a apoyarse mutuamente para seguir un camino de desarrollo adecuado a sus realidades nacionales en su núcleo.
Beneficiándose de la confianza política mutua de alto nivel, los dos vecinos no sólo han manejado eficazmente sus diferencias, sino que también han unido fuerzas para garantizar la paz y la estabilidad a nivel regional e internacional en favor del desarrollo común a través de la cooperación bilateral y la coordinación multilateral al interior de la Organización de Cooperación de Shanghai, el BRICS y otros marcos internacionales.
Sin embargo, mirando hacia el occidente, la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), dominada por Washington, ha alimentado la desconfianza entre Europa y Rusia. Las semillas de la discordia sembradas por Washington finalmente germinaron para convertirse en el peor conflicto en Europa desde 1945.
La causa de fondo de la crisis de Ucrania es la expansión de la OTAN y "los rusos están reaccionando a los intentos de Occidente por convertir a Ucrania en un baluarte occidental en la frontera con Rusia", dijo John Mearsheimer, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chicago.
Parece ser que los encargados de la toma de decisiones en Washington no pueden abandonar la mentalidad de suma cero de la Guerra Fría. Están tratando de enmarcar el mundo en la falsa propuesta de "democracia contra autocracia", mientras su propia democracia presenta profundos problemas.
También están esforzándose por formar camarillas e imponer su ideología a otros incluso castigando a sus propios aliados o intentando deponer a algunos gobiernos por medio de "revoluciones de colores" con el fin de suprimir las diferencias y de mantener su hegemonía global, lo cual ha tenido como resultado agitación en todo el mundo.
China y Rusia, junto con la mayor parte del mundo en desarrollo, comparten tanto la necesidad como la motivación de salvaguardar el sistema internacional centrado en la ONU, un mundo multipolar, una mayor democracia en las relaciones internacionales y los valores comunes de la humanidad: paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad.
Para el mundo en desarrollo, dijo Abdoul Karim Drame, un columnista político y experto en geopolítica originario de Mali, se espera que el fortalecimiento de las relaciones China-Rusia promueva el desarrollo de un mundo multipolar, lo cual permitirá a los países africanos afirmar mejor su soberanía y beneficiarse de relaciones internacionales más equilibradas que respeten las decisiones políticas y económicas de cada nación.
Los viejos tiempos de un mundo unipolar quedaron atrás desde hace mucho. La política de poder y las ambiciones hegemónicas pertenecían a la época de la Guerra Fría más que al mundo actual que se está volviendo inevitablemente multipolar y cada vez más diverso.
Para lograr un mundo con una paz duradera, seguridad universal y prosperidad común es necesario que todos los países del planeta tomen un nuevo camino. Beijing y Moscú, junto con el creciente Sur Global, están trabajando arduamente en esto.