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Jóvenes chinos y latinoamericanos se reúnen en Dunhuang para profundizar los intercambios civilizatorios y el entendimiento mutuo
La imagen, tomada el 15 de septiembre de 2024, muestra turistas montando camellos en Mingshashan y el Lago de la Luna Creciente, un punto escénico de oasis en el Desierto de Gobi, en Dunhuang, en la provincia de Gansu, en el noroeste de China. (Xinhua/Zhang Xiaoliang)
El Foro de Desarrollo Juvenil China-América Latina y el Caribe 2024 y la Conferencia del Diálogo Juvenil Internacional sobre el Aprendizaje Mutuo se celebraron recientemente en la ciudad de Dunhuang, en la provincia noroccidental china de Gansu.
Cerca de 70 representantes juveniles de países latinoamericanos y caribe?os se reunieron con jóvenes académicos y empresarios chinos para llevar a cabo diálogos e intercambios en torno al tema de fortalecer el aprendizaje mutuo de las civilizaciones y esforzarse para el desarrollo común.
Entre los jóvenes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y otros países, se podían encontrar verdaderos "expertos en China", con un profundo conocimiento de las relaciones entre ambas partes, así como algunos que llegaban a China por primera vez, lo cual enriqueció el diálogo y el surgimiento de nuevas ideas.
Yaride Rizk Covarrubias, directora del Festival Cultural del A?o Nuevo Chino del Centro Nacional de las Artes de México, lleva una década acercándose a la cultura, la sociedad y la historia de China.
En el a?o 2014, una representación de artes marciales de Shaolin en México atrajo profundamente su atención. Apenas una semana después, comenzó a aprender artes marciales chinas.
"Venir a China me dio un billete de vuelta a la cultura de mi propio país y, a través de encuentros reales con la cultura china, intento comprender las raíces de la cultura mexicana", afirmó.
Covarrubias se?aló que tanto México como China tienen miles de a?os de civilizaciones brillantes, y las dos partes comparten similitudes en su pensamiento; por ejemplo, la cosmovisión de la antigua civilización tolteca es muy similar al pensamiento del taoísmo, y las dos partes respetan la naturaleza y persiguen una coexistencia armoniosa con ella.
"Aunque no leo chino, podemos entendernos a un nivel más profundo, y una conexión así no se puede describir con palabras", a?adió.
Para la estudiante universitaria venezolana Engerly Cueva, quien visita China por primera vez, se trata de un viaje de intercambio y enriquecimiento. Durante la sesión de diálogo juvenil, compartió con el público la historia de Venezuela, el espíritu de la nación y el desarrollo del sector cultural.
Cueva a?adió que, gracias a la experiencia de los últimos días, ha podido sentir profundamente la amistad y los lazos afectivos entre China y los países latinoamericanos.
Dunhuang es un importante enlace de la Ruta de la Seda, y venir aquí le ha proporcionado una comprensión más profunda de la construcción de la Iniciativa de la Franja y Ruta.
Durante este foro, los jóvenes participantes también se centraron en la protección y promoción del patrimonio cultural.
Por ejemplo, Isamael Negrete, representante de la juventud de Chile, abordó los métodos para sensibilizar a los jóvenes sobre la protección del patrimonio cultural a través de programas educativos.
Por su parte, Rhaissa Bittar, una joven artista brasile?a, cantó una canción brasile?a con un instrumento especial y habló de su experiencia de combinar la protección del patrimonio cultural y la creación artística.
Luo Dan, una joven empresaria de China, mostró a los visitantes su exploración de la cultura de la Ruta de la Seda a través de productos culturales creativos.
Hu Baijing, vicepresidente de la Federación de la Juventud de China, afirmó en su discurso que China y los países de América Latina y el Caribe están lejos entre sí, pero tienen una larga historia de intercambios amistosos y entendimiento mutuo de civilizaciones.
Los jóvenes son emprendedores y de mente abierta, y son los promotores más activos de los intercambios entre civilizaciones humanas, por lo que los jóvenes de todos los países deben salvaguardar activamente la diversidad de las civilizaciones del mundo, llevar adelante los valores comunes de toda la humanidad, promover la herencia y la innovación de sus civilizaciones, fomentar los intercambios y la cooperación humanística internacional, y contribuir con su fuerza juvenil a iniciar la próxima maravillosa década de construcción de una comunidad de destino compartido China-América Latina y el Caribe, refirió Hu.