La Sociedad de Derecho Internacional de China (SDICh) publicó hoy viernes una nota con el título "El Dictamen del Tribunal en el Arbitraje del Mar Meridional de China Solicitado por Filipinas es Nulo y Sin Validez", en la que apoya la posición del gobierno chino de no aceptar ni participar en el arbitraje solicitado por Filipinas.
Desde un punto de vista legal, la SDICh critica los errores cometidos por el Tribunal de Arbitraje en su dictamen sobre su jurisdicción y demuestra que tanto este veredicto como el que está pendiente sobre los aspectos de fondo son nulos y no tienen validez.
La nota se?ala que el Dictamen sobre la Jurisdicción y Admisibilidad en el Arbitraje del Mar Meridional de China, hecho público por el Tribunal de Arbitraje el 29 de octubre de 2015, está lleno de errores tanto en la determinación de los hechos como en la aplicación de la ley. En el veredicto existen por lo menos seis grandes errores:
Primero, el tribunal se equivoca al entender que las demandas de Filipinas constituyen disputas entre China y Filipinas referidas a la interpretación o aplicación de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, por las siglas en inglés).
Segundo, el tribunal yerra al asumir jurisdicciones sobre reclamaciones que son, en esencia, asuntos de soberanía sobre territorios terrestres y se encuentran fuera del alcance la UNCLOS.
Tercero, el tribunal yerra al asumir competencias sobre reclamaciones que afectan a la demarcación marítima que han sido excluidas por China de los procedimientos obligatorios, en línea con la UNCLOS.
Cuarto, el tribunal yerra al negar la existencia de un acuerdo entre China y Filipinas en lo que se refiere a la resolución de las disputas en cuestión mediante negociaciones.
Quinto, el tribunal yerra al entender que Filipinas ha cumplido la obligación de "intercambiar opiniones" en relación a los medios de resolución de las disputas relacionadas con las demandas que ha hecho.
Sexto, el veredicto del tribunal se desvía del objeto y del propósito del mecanismo de resolución de disputas de la UNCLOS y perjudica la integridad y autoridad de la UNCLOS.
El documento subraya que el dictamen del tribunal sobre la jurisdicción contraviene el principio de prudencia y es infundado de hecho y de derecho y resulta obviamente injusto. Una decisión tan política no tendrá ningún efecto legal.
Finalmente, el establecimiento de la jurisdicción del tribunal sobre las reclamaciones de Filipinas es completamente erróneo. Por lo tanto, cualquier decisión que el tribunal tome sobre los aspectos de fondo igualmente no tendrá ningún efecto legal.