Por Curtis Stone
Beijing, 29/08/2018 (El Pueblo en Línea) - Este a?o se conmemora el 40 aniversario de la reforma y apertura de China. Desde ese momento hasta la fecha, el desarrollo de China ha sido extraordinario. De hecho, el país ha elegido un camino que le ha permitido alcanzar un nivel de desarrollo sin precedentes e incidir en el centro de los asuntos mundiales.
En las últimas cuatro décadas, es indiscutible que China ha sufrido un dramático cambio. Por ejemplo, se ha convertido en la segunda economía del mundo. En 1978, su PIB era de 150 mil millones de dólares, representando apenas el cinco por ciento del total mundial. Sin embargo, a finales del a?o pasado, el PIB superó los 12 billones de dólares, ocupando el 15 por ciento del total global. Asimismo, la enorme economía china sigue creciendo a un ritmo acelerado. Es por ello por lo que algunos analistas predicen que el PIB de China cifrará más de 13 billones de dólares para el 2018. Eso engloba la suma de las economías de Japón, Alemania, Reino Unido e India juntas.
Desde el comienzo del proceso de reforma y apertura, el rápido desarrollo económico de China ha tenido un impacto positivo y significativo en la calidad de vida del pueblo chino, logrando sacar de la pobreza alrededor de 800 millones de personas (dos veces y media la población de los Estados Unidos).
Los esfuerzos del gobierno para hacer frente a la pobreza se han multiplicado al amparo del presidente Xi Jinping, quien se ha comprometido a erradicar la pobreza en China para finales de esta década mediante acciones e iniciativas específicas.
En los últimos 40 a?os, China ha pasado de ser uno de los países más pobres del mundo a ser el mayor contribuyente del crecimiento mundial. Esta realidad destaca el éxito del camino chino.
Los frutos de las reformas económicas de los últimos 40 a?os se aprecian por todas partes: desde la fortaleza del sistema de educación superior hasta la transformación de la nación en una potencia tecnológica. En este sentido, se destaca su fenomenal red ferroviaria de trenes de alta velocidad. Podría ser difícil de imaginar, pero hubo un tiempo en que China tenía solamente una línea férrea de alta velocidad. En agosto del 2008, poco antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, China inauguró el tramo de alta velocidad Beijing-Tianjin. En una década, la red ferroviaria nacional de alta velocidad es la más extensa del mundo. Para el 2020, se espera que alcance los 30.000 kilómetros. Poniendo este asunto en perspectiva: la circunferencia de la Tierra alrededor del ecuador es de unos 40.075 kilómetros.
La transformación del gigante asiático en los últimos 40 a?os ha sido notable, pero China sigue siendo un país en desarrollo. Muchos chinos, especialmente en las zonas rurales, aún luchan por lograr satisfacer sus necesidades básicas. Algunos servicios públicos también están quedándose rezagados en la implementación de los países desarrollados. Y si bien China es la segunda economía más grande del mundo, hay cerca de 1,4 mil millones de personas -aproximadamente el 18 por ciento de la población mundial- que tienen que compartir esa riqueza. China todavía tiene un largo camino por recorrer antes de que se convierta en un "país desarrollado". Sin embargo, nadie puede negar que el desarrollo chino ha traído consigo numerosos logros encomiables.
El presidente chino Xi Jinping afirmó que un camino correcto conduce a un futuro brillante. Las últimas cuatro décadas han sido un viaje histórico, y no sólo para China sino también para el mundo.
Después de 40 a?os de reforma y apertura, el país tiene mucho de que enorgullecerse.
Los logros chinos y la mejora en el nivel de vida de sus 1,4 mil millones de habitantes demuestran que el camino chino de hoy es el correcto.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)