Por Noemí Galbán
LA HABANA, 14 mar (Xinhua) -- Especialistas cubanos en las áreas criminalística, médica y científica reclamaron hoy mayor colaboración y un intercambio más abierto de información con los expertos encargados de conducir las investigaciones en Estados Unidos y Canadá sobre los supuestos "ataques acústicos" a diplomáticos en La Habana.
En rueda de prensa, miembros del comité interdisciplinario compuesto por más de 30 expertos cubanos que durante dos a?os han llevado las pesquisas en la isla, coincidieron en afirmar que para llegar al fondo del problema se requiere más cooperación.
Aseveraron que las investigaciones realizadas hasta el momento no permiten sustentar las hipótesis de que las dolencias sufridas por el personal diplomático es consecuencia de un ataque.
"No es posible que se genere un da?o proveniente de una fuente sonora sobre personas específicas sin afectar a otras cercanas, las cuales estarían igualmente indispuestas", explicó el teniente coronel José Alazo, miembro de la Dirección de Criminalística del Ministerio del Interior (Minint) de Cuba.
Tampoco que los síntomas auditivos y cerebrales detectados en algunos individuos, según sugieren las autoridades estadounidenses y cuyos pacientes no han podido examinar ni entrevistar los expertos cubanos, se deban a da?os provocados por el uso premeditado de determinados equipos.
Lo anterior está sustentado, afirmaron los especialistas, en elementos recopilados en los lugares de los supuestos hechos, interrogatorios a residentes de dichas localidades y la "limitada" e "imprecisa" información compartida por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) de Estados Unidos y la Real Policía Montada de Canadá.
De acuerdo con los asistentes, el comité cubano tampoco ha tenido acceso a las pruebas médicas, científicas, periciales ni policiales practicadas por autoridades de esas naciones a los lesionados.
En tal sentido, el teniente coronel Roberto Hernández, miembro de la Dirección de Investigación General y Operaciones del Minint, se?aló que los nueve encuentros sostenidos con el FBI y los siete con la Policía de Canadá han resultado insuficientes para abordar de manera integral un proceso de investigación de esa índole.
No obstante, puntualizó que hasta este momento no se han identificado posibles autores ni personas con motivaciones, intenciones o con los medios para poder ejecutar este tipo de hechos.
"Tampoco se ha encontrado ni se ha aportado evidencia que indique la ocurrencia de los alegados incidentes acústicos ni acción de otra naturaleza contra los diplomáticos estadounidenses y canadienses", insistió Hernández.
Por su parte, Mitchell Valdés, director del Centro de Neurociencias de Cuba, se?aló la "poca claridad" y "falta de coherencia" en la secuencia de los incidentes reportados por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
En un primer momento, las denuncias se referían a da?os cerebrales producto de la exposición y empleo de equipos acústicos de largo alcance, pero luego se describieron disfunciones en el oído interno por fuentes sonoras inexplicables.
Ambas versiones, según el doctor en Ciencias, no sólo contradicen las hipótesis de que se trata de un mismo trastorno o de un nuevo síndrome médico, sino desmantela las acusaciones de supuestas "armas misteriosas" que afectan el cerebro o el oído interno.
"Los agentes físicos hipotetizados como responsables de las quejas de salud, en las condiciones que ocurrieron los hechos, no son científicamente plausibles, son imposibles", dijo.
"Los sonidos informados podrían explicarse por fuentes naturales ambientales que no pueden relacionarse razonablemente como agentes causales con ninguna de las quejas de salud", determinó Valdés.
El miembro de la Academia de Ciencias de Cuba resaltó que los mareos, dolores de cabeza o perturbaciones del sue?o, algunos de los síntomas más recurrentes en los pacientes citados, son muy frecuentes en la población general y pueden ser atribuibles a trastornos comunes u otros preexistentes.
"Estas no son sólo conclusiones de Cuba, la comunidad científica internacional ha refutado las hipótesis de Estados Unidos bajo las condiciones descritas", se?aló.
En febrero de 2017, el Departamento de Estado de Estados Unidos informó sobre dolencias denunciadas por diplomáticos norteamericanos de servicio en La Habana producto de "incidentes desconocidos" que con posterioridad calificaron de "ataques acústicos".
Ese anuncio marcó el retroceso en las relaciones bilaterales y sirvió de justificación al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para endurecer su política hacia Cuba, luego de un fugaz acercamiento con el gobierno del entonces mandatario Barack Obama tras más de medio siglo de tensiones.