Por Zhao Cheng, Diario del Pueblo
Beijing,21/07/2016 (El Pueblo en Línea)-El día de 20 de julio, Diario del Pueblo afirmó en un artículo de su columna "Zhongsheng" que la política diplomática estadounidense "sufre una obsesión por el caos", a?adiendo que su actividad se divide en un ciclo vicioso de múltiples polos: la falta de eficiencia en la distribución de bienes públicos; país poderoso con carisma debilitado; promoción del caos; propagación de la negatividad en el escenario internacional".
El artículo destaca como la estrategia de "Retorno a Asia y Pacífico” de Estados Unidos, y especialmente en la cuestión del Mar Meridional de China y las acciones emprendidas por este país, reflejan la "obsesión por el caos" de los EE.UU.
El artículo muestra que el centro gravitacional de la economía mundial ha migrado desde el Atlántico hasta el Pacífico, por lo que ha comenzado un nuevo modelo basado en las relaciones mutuamente beneficiosas. Desde el comienzo de la década de los 90, China y los países del sudeste asiático vivieron una época dorada de veinte a?os. La cooperación entre estas naciones aseguraba un gran progreso, especialmente en las relaciones económicas y comerciales. Los logros obtenidos son el resultado de los esfuerzos conjuntos realizados por los países de la región. China, como país más grande del Mar Meridional de China, tiene una responsabilidad adicional para mantener la estabilidad regional. Con el fin de prevenir la inestabilidad, China ha mantenido una postura de contención y negociación de los problemas existentes en la región. Sin estos esfuerzos de China, no se hubiesen logrado tales resultados. Este clima ha sido el objetivo precisamente del comportamiento de "obsesión por el caos" de EE.UU, anteriormente mencionado.
El artículo se?ala que Washington tiene la costumbre de dar órdenes a terceros, aún comprendiendo que la situación actual de la región de Asia y Pacífico se basa en la regla del desarrollo conjunto. Si Estados Unidos no coopera con este principio en su estrategia y no cumple con la política común de desarrollo vigente en esta región, nunca podrá deshacerse del estigma de “obsesión por el caos”.
El artículo termina afirmando que nadie espera ver a la más grande potencia mundial actuando de forma totalmente irracional. El impacto de dicha conducta para la paz mundial no es difícil imaginar. Si se da este caso, debemos responder y hacer frente al problema, siempre fieles a la defensa de la justicia y equilibrio mundial. Sin mencionar que permitir la expansión a un agente que causa el caos premeditado crearía un clima aún más fuera de control.