MEXICO, 24 ene (Xinhua) -- A su regreso del Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, Suiza, los presidentes de México y Argentina se mostraron optimistas y declararon que sus visitas fueron fructíferas.
El presidente mexicano, Enrique Pe?a Nieto, acudió al encuentro con el objetivo de destacar la recaptura del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán, una acción a la que se refirió, como se preveía, durante su discurso en la conferencia el viernes.
Desde su recaptura a principios de enero, después de su segundo intrépido escape de prisión en julio, Guzmán se ha convertido en un pasivo político para México en momentos en que el índice de popularidad de Pe?a Nieto ha caído a niveles récord.
Por lo tanto, durante una sesión plenaria del FEM en la que se abordó el tema "Una nueva agenda para América Latina", Pe?a Nieto buscó convencer a los asistentes de que México está haciéndose cargo del asunto. El presidente dijo que México planea extraditar lo antes posible a Guzmán a Estados Unidos, y que la procuradora general del país se está haciendo cargo del proceso.
Además, el jefe de Estado se esforzó por garantizar a los inversionistas que México sigue siendo un sitio seguro a pesar del descenso en los precios del petróleo y de la devaluación del peso frente al dólar.
"La caída en los precios del petróleo no frenará ni limitará la implementación de la reforma energética", afirmó Pe?a Nieto, quien agregó que la empresa estatal Pemex seguirá abierta a cualquier inversionista nacional o internacional.
También explicó que la reciente ronda de licitaciones para yacimientos petrolíferos terrestres en diciembre tuvo la participación de más de 50 compa?ías calificadas. Además del creciente interés internacional, Pe?a Nieto dijo que este resultado "superó las expectativas gubernamentales", una tendencia que espera continúe en las licitaciones de yacimientos en aguas profundas en 2016.
Por su parte, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, encabezó la primera delegación oficial del país en el FEM, el cual fue desde?ado en gran medida durante el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Al llegar a su país el sábado, Macri escribió en su página oficial de Facebook que "Argentina volvió a hablar con el mundo".
El presidente llegó a Davos con un número de miembros del gabinete de alto nivel y dijo que para este a?o buscaría para Argentina inversiones externas por 20.000 millones de dólares. En una entrevista con Bloomberg, Macri dijo que en Davos aseguró miles de millones de dólares en inversiones de firmas como Coca-Cola, Shell, Total y Dow Chemical.
Sin embargo, esto no fue suficiente para el nuevo mandatario. "Argentina ha decidido tomar su lugar en el escenario global", declaró Macri a Bloomberg. "Necesitamos que compa?ías mundiales importantes financien y construyan carreteras, puertos, vías navegables, energía, trenes. Somos un país enorme que en la actualidad sólo depende de los camiones. Eso es imposible".
Macri también se reunió con acreedores internacionales que demandan una agenda de pagos, después de que Kirchner los hiciera a un lado y los llamara "buitres".
Luego de reunirse con los acreedores, incluido Elliott Management, Macri declaró que aún no se alcanza un acuerdo de pagos, pero expresó el deseo de hacerlo "a principios de 2016".
En otra reunión importante, Macri conversó el jueves con el primer ministro británico, David Cameron, para discutir el difícil asunto de las Islas Malvinas (llamadas Falklands en Reino Unido).
éste fue un asunto especialmente contencioso durante la administración Kirchner porque Argentina planteó a Reino Unido numerosas demandas con respecto a las islas.
Macri insistió en que las islas pertenecen a Argentina. Sin embargo, durante su encuentro con Cameron, dijo que su país "comenzó un nuevo tipo de relación" con Londres, de acuerdo con medios locales.
El jefe de su gabinete, Marcos Pe?a, dijo a la agencia MercoPress que el de "las Malvinas es un asunto pendiente. Claramente, tenemos una diferencia y cada uno tiene su propia posición. Estamos emprendiendo una mejora de relaciones en beneficio tanto de los argentinos como de los ingleses".
Sin embargo, el FEM no fue tan exitoso para Brasil. En un drástico contraste con 2014, cuando la presidenta Dilma Rousseff fue recibida con aplausos en el FEM, ahora los analistas temen que el país esté enfrentando un prolongado periodo de exclusión.
Aunque Rousseff no asistió, envió a su nuevo ministro de Finanzas, Nelson Barbosa, con la esperanza de que lograría tranquilizar a los inversionistas preocupados.
Sin embargo, fue una tarea difícil que se agravó durante la semana porque el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó que el producto interno bruto (PIB) de Brasil caería en 3,5 por ciento en 2016.
En Davos, Barbosa aseguró con fervor que se trata sólo de una etapa pasajera, en la que el país hará cambios estructurales, reducirá la carga que representan las pensiones y simplificará su régimen fiscal.